relatos de alejandro ahumada

Alejandro Ahumada Avila

Biografía

Alejandro ha navegado su vida entre cambios y constancias, emprendiendo un viaje desde los cerros de Valparaíso, Chile, hasta los verdes valles de Cantabria, España. Su vida, marcada por la resiliencia y el asombro, se despliega en un camino que va del asilo político al descubrimiento, siempre balanceándose entre la aventura y la reflexión, con una perspectiva que le permite ver lo extraordinario en lo cotidiano.

A causa de la persecución política durante la dictadura de Pinochet, su madre fue obligada a exiliarse junto a él cuando tenía apenas trece años. Buscaron refugio en el Reino Unido, encontrando primero en Escocia y luego en Nottingham, Inglaterra, la promesa de un nuevo comienzo. Estos años tempranos en tierras extranjeras lo llevaron a absorber un abanico de culturas que, con el tiempo, transformaron su percepción de la realidad.

Cada lugar en su travesía —desde Falkirk en Escocia, pasando por Nottingham, un tiempo en Madrid, hasta llegar a Dublín, Bois D’Arcy en Francia, y Getxo en Euskadi— ha bordado su historia y enriquecido su visión del mundo. Ahora asentado en Cantabria junto a su esposa y su gata Déjà Vu, Alejandro sigue explorando la vida como un caleidoscopio de encuentros y momentos significativos. Su paternidad, con dos hijos que continúan su legado de asombro y apertura al mundo, ha añadido una dimensión profunda a su viaje.

Como ingeniero informático, ha desarrollado una mente que equilibra la lógica y la creatividad, trasladando estas habilidades a cada aspecto de su vida. Pero es en la escritura donde ha encontrado su auténtica voz, creando un realismo mágico moderno que convierte sus experiencias y su herencia cultural en relatos que exploran la conexión entre lo real y lo fantástico. Su trabajo refleja una sensibilidad única, donde lo cotidiano se entrelaza con lo mágico, revelando lo insólito escondido en los detalles más simples.

Para Alejandro, la ecología es más que una pasión; es el pilar de sus valores y una guía en su compromiso con el mundo. Esta visión impregna su manera de vivir, de observar y de actuar, y se manifiesta en su obra, donde la naturaleza y lo humano se fusionan en un equilibrio mágico.

Como ferviente lector de ciencia ficción y fantasía, inspirado por autores como Neil Gaiman, Isabel Allende, Terry Pratchett y Ursula Le Guin, Alejandro considera la vida un lienzo donde lo ordinario y lo extraordinario se tocan constantemente. Su vida es un testimonio de un realismo mágico personal y contemporáneo, en el que cada experiencia y cada lugar revelan la magia oculta de la existencia.

Obras

Una pareja vestidos de boda en un coche

Una pareja vestidos de boda en un coche

La boda se había convertido en una noche de heroísmo, mostrando que a veces los superhéroes no llevan capas, sino trajes de boda. Un relato de aventura y misterio en el que una pareja vestidos de boda emprende una misión de rescate, enfrentándose a peligros y revelaciones.
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Algo que lamento

Algo que lamento

Este relato refleja la profunda conexión entre el autor y su hijo, así como la lucha interna entre la premonición y la realidad médica. Destaca el amor paternal y el deseo de proteger a los hijos frente a lo desconocido y las adversidades de la vida.
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Podcasts

Tigre – Relato en audio

Tigre – Relato en audio

Todo esto ocurrió cuando yo tenía poco más de diez años en la década de los setenta del siglo pasado en un país muy lejano llamado Chile. Corría el año 1973 cuando ocurrió un hecho extraño en nuestra familia. Un conocido de mi padre que criaba perros, le preguntó si quería un perro joven pero que ya no era un cachorro. Por lo visto la madre de pura raza Boxer, se había escapado en celo y elijió su propia pareja que resultó ser un pastor alemán. De este cruce nació una camada, pero no habían podido encontrar casa para el último cachorro, solo buscaban un sitio donde le quisieran. Lo extraño e insólito fue que mi padre dijo que sí y me preguntó a mi si quería ser el dueño del perro. Obviamente la respuesta fue un sí rotundo acompañado de una gran sonrisa. Días mas tarde llegó mi perro. Era un bóxer con orejas y hocico de pastor alemán de un tamaño enorme para mí. Su cabeza me llegaba al pecho y solo al saludarme casi me tira al suelo. Me preguntaron como quería llamarle y dije que Tigre.
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